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José Gregorio Hernández: un santo científico

José Gregorio Hernández: un santo científico

José Gregorio Hernández nació en la ciudad de Isnotú, en Venezuela, en 1864 y es recordado comúnmente en la cultura venezolana como un hombre santo y milagroso; pero, también fue un médico visionario y prodigioso… ¡Te contamos un poco de su historia!

Primeros años de José Gregorio Hernández

José Gregorio fue criado en un hogar fervientemente cristiano y de fe católica, así que su devoción por la Iglesia estuvo presente en su vida desde los primeros años, incluso, descendía, por parte de su madre, del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros (confesor de Isabel la Católica), y por parte de su padre era descendiente lejano del Santo Hermano Miguel, así que podría decirse que tenía la fe católica hasta en la sangre.

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José Gregorio, teniendo menos de 13 años, le dijo a su padre que quería ir a Caracas a estudiar derecho, pero su progenitor le sugirió que estudiara medicina, lo cual él aceptó sin chistar y terminó por encontrar su vocación a través de esa carrera, incluso antes de estudiarla, ya que no había nada que lo hiciera más feliz que ayudar a los demás.

Terminó el bachillerato en filosofía, obteniendo las más altas calificaciones y finalmente se mudó a Caracas a los 17 años para estudiar medicina en la Universidad Central de Venezuela.

José Gregorio Hernández Cisneros nació en Isnotú, en el estado Trujillo el 26 de octubre de 1864, y era el segundo hijo del matrimonio entre Benigno María Hernández Manzaneda y Josefa Antonia Cisneros Mansilla – Imagen: Wikimedia Commons.-

Un científico brillante y un católico devoto

Después de terminar la carrera de medicina en Venezuela, José Gregorio viajó a París con el fin de realizar estudios de especialización que le permitiera perfeccionar ciertas técnicas científicas, y de esta manera pudiera ayudar a que Venezuela se modernizara en el área médica.

Aunque no se sabe exactamente cuándo llegó a la capital francesa, se conoce que para 1889 se encontraba estudiando en el laboratorio de histología de Mathias Duval, quien era profesor de histología y anatomía en importantes universidades parisinas.

Después de volver de Europa, José Gregorio, quien tenía apenas 27 años, fue el encargado de fundar un importante laboratorio en Venezuela, el Centro de los Estudios y Trabajos Científicos Médicos en Histología, Patología, Bacteriología y Fisiología Experimental, creado durante la presidencia de Raimundo Andueza Palacios.

También, José Gregorio fue el responsable de traer los implementos necesarios para que el laboratorio pudiese funcionar.  A través de su laboratorio, él pudo enseñar a otros científicos y médicos venezolanos las más modernas técnicas del momento y  pudo ayudar a la investigación y posterior explicación de las enfermedades más comunes de la época.

Sin embargo, al contrario de la creencia popular, José Gregorio no fue quien introdujo el primer microscopio a Venezuela, -llevado por Pehr Lofler, un botánico Sueco, en 1753- pero, cabe destacar que el país latinoamericano no poseía esta tecnología de manera habitual hasta que José Gregorio presentó cuatro de estos instrumentos, marca Zeiss, al país. Así que, de cierta forma, se podría considerar a José Gregorio como el pionero de los microscopios en Venezuela.

También, José Gregorio Hernández fue el responsable de llevar a Venezuela cuatro microtomos (instrumentos para rebanar material biológico), artefactos fundamentales en cualquier laboratorio.

Además de haber sido un gran investigador y un prodigioso médico, lo que caracterizaba a José Gregorio Hernández era la devoción con la que atendía a sus pacientes. Era un hombre sumamente humanitario y caritativo, razón por la cual le era muy fácil sentir empatía por las personas que atendía, hasta el punto de que en ocasiones no cobraba las consultas a sus pacientes cuando ellos no podían hacerlo y hasta les compraba medicamentos, en caso de ser necesario. Por estas razones, incluso en vida, muchos ya lo consideraban un santo.

Vitral en la iglesia Santuario José Gregorio Hernández en Isnotu, estado Trujillo (Venezuela), donde nació – Imagen: Wikimedia Commons.-

Desde sus primeros años, José Gregorio mostró una gran devoción haciael catolicismo, e incluso, aunque encontró su camino en la medicina, sus biógrafos piensan que su verdadera vocación erala sacerdotal. Para 1908, José Gregorio había trasladado a toda su familia a lacapital venezolana y ya se había jubilado como profesor universitario, porende, sentía que ya había cumplido lo suficiente con su familia y su país ydecide dedicarse a sí mismo y a la vida religiosa.

Curiosamente, el sacerdote Juan Bautista Castro, quien era arzobispo de Caracas y primado de Venezuela (ytambién guía espiritual de José Gregorio), le decía que aún podía seguir siendoútil para el campo de la investigación, pero finalmente accede a escribir unarecomendación para que José Gregorio pudiese entrarcomo claustro en la orden San Bruno en la Cartuja de Farneta; sin embargo, debido a las severas reglas yprivaciones tan fuertes que se requerían en la orden,José Gregorio enferma severamente y debe volver a Caracas.

Aunque sus planes para tener una vida religiosa de manera monacal se ven frustrados también en otras ocasiones, José Gregorio nunca dejó de asistir a misa y de ser un fiel creyente de la Iglesia católica.

Muerte de José Gregorio Hernández

Cabe destacar que José Gregorio nunca dejó de atender pacientes y de velar por la salud de las personas a su cargo, labor que continuó literalmente hasta el último día de su vida. El 29 de junio de 1919, José Gregorio se levantó temprano como siempre, fue a la misa dominical y luego pasó a ver a algunos enfermos de la parroquia.

Poco después del mediodía, José Gregorio se encontraba comprando unas medicinas en una farmacia y fue sorprendido por un auto que iba a 30 km por hora, el auto lo golpeó y el impacto hizo que José Gregorio saliera despedido y golpeara la cabeza contra el filo de la acera, que fue lo que realmente le causó la muerte.

Cabe destacar que, al contrario de la creencia popular, este vehículo no era el único automóvil que existía en Caracas.

Otro detalle interesante es que, la madre del conductor del vehículo había sido paciente de José Gregorio, al igual que sus hermanas, las cuales habían sido curadas de lepra por él. José Gregorio fue llevado rápidamente al hospital en el mismo vehículo que lo atropelló, pero desafortunadamente no sobrevivió al accidente.

¿Es José Gregorio Hernández un santo?

El 19 de octubre de 2025, el papa Francisco proclamó oficialmente santo al venezolano José Gregorio Hernández, culminando así un proceso de canonización que se había iniciado en 1949. Con esta declaración solemne en el Vaticano, el llamado “Médico de los pobres” se convirtió en el primer laico venezolano en alcanzar los altares de la Iglesia católica.

El camino hacia la santidad: la cronología de José Gregorio Hernández

  • 1949: A treinta años de su fallecimiento, la Iglesia católica inicia oficialmente el proceso de canonización de José Gregorio Hernández en Caracas, reconociendo el fervor popular por su figura y sus virtudes.
  • 1972: El papa Pablo VI le confiere el título de “Siervo de Dios”, primer paso formal en el itinerario hacia la santidad.
  • 1986: El papa Juan Pablo II lo declara “Venerable”, reconociendo públicamente su vida ejemplar y sus virtudes heroicas.
  • 2020: La Santa Sede aprueba el primer milagro atribuido a su intercesión: la recuperación de la niña Yaxury Solórzano Ortega, herida gravemente en 2017. Este reconocimiento abre la puerta a su beatificación.
  • 30 de abril de 2021: Se celebra la ceremonia oficial de beatificación en Caracas, con la asignación del 26 de octubre como fecha litúrgica en su honor.
  • 2024: El Vaticano verifica y aprueba un segundo milagro atribuido a José Gregorio Hernández, lo que permite avanzar hacia la canonización definitiva.
  • 25 de febrero de 2025: El papa Francisco autoriza formalmente la canonización tras la sesión ordinaria del Dicasterio para las Causas de los Santos.
  • 19 de octubre de 2025: José Gregorio Hernández es proclamado santo en una histórica ceremonia en Roma, convirtiéndose en el primer laico venezolano reconocido universalmente por la Iglesia católica como santo.

Hoy, San José Gregorio Hernández es venerado oficialmente en todo el mundo católico, y su festividad litúrgica continuará celebrándose cada 26 de octubre. En su natal Isnotú se mantiene el santuario dedicado a su memoria, cubierto de placas y ofrendas que conmemoran los milagros atribuidos a su intercesión. Además, innumerables hospitales, clínicas y centros de salud venezolanos llevan su nombre en honor a su dedicación humanitaria y científica.

Aunque su grandeza espiritual ha inspirado millones de devotos, no puede olvidarse su legado como médico, científico y educador, profundamente comprometido con el bienestar de los más necesitados. Su canonización no solo reconoce su fe y caridad, sino también la unión de la ciencia con la compasión humana que marcó toda su vida.

Con información de: El Desafío de la historia / Iuscanonicum / Catholic

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